Escoge bien a tu abogado en temas de custodia
|Tras una separación hay que tomar muchas decisiones, algunas de ellas legales y complicadas. Si tu objetivo es lograr la custodia compartida y tu expareja no lo acaba de ver claro vas a necesitar un buen abogado que sea capaz de luchar para lograr ese objetivo. Y no te va a valer cualquier profesional.
Lo cierto es que hay muchos abogados especializados en temas de derecho de familia, pero expertos en temas de custodia compartida son muy pocos. Para tener referencias sobre ellos se puede recurrir a las asociaciones de padres separados, en las cuales también se pueden realizar consultas gratuitas a abogados para tener una orientación inicial.
La custodia compartida en España
En España, la custodia compartida tiene todavía mucho camino que recorrer. Cataluña ha sido pionera en estipular la custodia compartida como la forma preferente para resolver los temas de custodia tras la separación, pero esto no quiere decir que se lleve a cabo de manera inmediata y automática, solo que es la manera preferente.
En la mayoría de los casos, el camino para conseguir la custodia compartida es largo si no hay un acuerdo claro entre los progenitores, algo que puede ser complicado. Es cierto que el buen entendimiento entre los padres es muy importante en la custodia compartida, pero igual que hay padres que no se hablan pero cumplen con sus visitas y con el pago de la pensión alimenticia, también se puede llegar a acordar una custodia compartida sin necesidad de que haya una excelente comunicación.
No se trata de ser amigos
En cualquier caso, los padres deben de tener claro que no necesitan ser amigos tras la separación, pero que no pueden dejar de ser padres con un hijo en común y que deben de velar por sus intereses. En la mayoría de los casos en los que hay una custodia compartida se logra llegar a establecer una comunicación aunque no haya una relación más allá de lo que implica el hijo.
Para ayudar a que esto sea posible se puede recurrir a un mediador, que ayude a fijar las normas y a limar las asperezas. Hay que tener en cuenta que todo esto se hace por el bien de los hijos y no por beneficiar a la pareja o a uno mismo, por lo que no se debe de olvidar en ningún momento cuál debe de ser la prioridad.