Réquiem por el VHS

El VHS, o Video Home System, llegó a nuestras vidas a mediados de los años setenta. Tras una guerra comercial con el sistema BETA, acabó siendo el protagonista de las tardes de cine caseras de los años ochenta y noventa.

Entre sus ventajas, estaba también la posibilidad de programarlo para grabar programas de la televisión, aunque siempre con la desventaja de la duración de las cintas que en el mejor de los casos alcanzaban las cuatro horas.

Con el cambio de siglo llegó el DVD y pronto comenzó a ganar terreno al VHS. Las películas ocupaban menos espacio, tenían mayor calidad de visionado y además se adaptaban a los ordenadores, cada vez más populares en todos los hogares.

Pero hasta ahora se habían seguido fabricando reproductores de VHS, aunque ya solo los hacía una única compañía, Funai Electric, que realizaba aparatos que comercializaba bajo su nombre y también para el resto de marcas que todavía mantenían reproductores en el mercado.

Ahora, Funai Electric ha decidido dejar de fabricar VHS, lo hizo ya a finales del pasado mes de julio, debido a la dificultad para conseguir las piezas que conforman el aparato y a su precio cada vez más elevado.

Aunque la demanda no era muy alta, todavía quedaban un pequeño porcentaje de mercado y las ventas continuaban siendo bajas pero estables. El año pasado se vendieron 750.000 aparatos en todo el mundo, destacando el mercado japonés en el que hay un alto número de coleccionistas.

En las mejores épocas del VHS se llegaron a vender quince millones de aparatos al año, lo que da muestra de su gran popularidad. Era la época dorada de los videoclubs de barrio a los que se acudía a reservar el último estreno para poder tenerlo disponible para el fin de semana, aguardando incluso listas de espera para poder ver la película de moda.

Betamax también ha desaparecido

El formato Betamax, ideado por Sony, también dejó de fabricarse en el año 2002 aunque ya hacía muchos años que habían dejado de comercializar películas en este formato. Con la muerte del VHS se pone fin a los sistemas de casete para ver películas en casa.

El DVD también parece condenado a desaparecer a favor del Blue-Ray y de formatos digitales mucho más cómodos de almacenar, incluso en nubes virtuales. Aunque siempre quedarán nostálgicos y cinéfilos que quieran ver sus colecciones de películas en un formato físico de alta calidad.

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